Al sanar físicamente sentirás y veras resultados en tu cuerpo. Tu piel se limpiará, la expresión de tu rostro será más serena, te sentirás más liviano, regularás tus ciclos de sueño y vigilia, y descubrirás que has soltado dolencias, enfermedades y costumbres autodestructivas. Estos son tan solo algunos ejemplos, pues cada ser humano es único e individuales son los procesos que adelantará.